La piel seca puede tener causas ambientales. Factores como la humedad, el clima o ciertas estaciones del año influyen en la condición que tome la piel.
La buena noticia es que esta situación es pasajera la mayoría del tiempo. No obstante, hay ocasiones en las que no amerita un cuidado especial. Por eso, si sospechas que es tu caso, no dejes de ir con un dermatólogo de confianza.